El propósito principal de cualquier sitio web es la captación de nuevos clientes, vender algún producto o dar a conocer una marca. En pocas palabras, un sitio web debe ganar dinero.
Podemos hablar de dos tipos de sitios o páginas web, las que ofrecen servicios y las que venden producto. Parece obvio, pero antes de hablar del diseño web como tal, tenemos que tener claro que es lo que buscamos conseguir.
Si somos abogados, entonces necesitamos crear un diseño web que hable sobre nuestra firma, especialidades y mostrar la cara de él o los abogados. El sitio es el primer contacto, pero después de ahí hay una negociación, una cita una llamada.
Funcionará similar si queremos un sitio web para dentistas, contadores, arquitectos y todos aquellos que requieran una conversación posterior al primero contacto.
También ingresan dentro de esta categoría páginas web que venden un producto que por su naturaleza o complejidad necesitan una conversación más extensa, como puede ser una página web para inmobiliarias. Estas necesitan mostrar sus condominios para venderlos pero la venta no se hará en el sitio web como tal.